Imagen ilustrativa.
Cuando vemos un diente desgastado podemos imaginar muchísimas razones que lo llevaron a ese estado, desde una erosión química por ácidos en los alimentos como el limón, bebidas gaseosas o bebidas energéticas, hasta el desgaste ocasionado por fallas en el cepillado dental al utilizar cepillos de cerdas muy duras y aplicar fuerzas extremas durante el lavado diario, más aún si utilizan algún agente abrasivo.
Entender cuál fue el origen de este desgaste nos permite saber cuál es el remedio o solución, en este caso hablamos de carillas de resina que cubrirán la zona de desgaste, y que por lo tanto debemos analizar si será suficiente no solo para restaurar el diente, sino para aguantar las fuerzas del hábito nocivo, o por lo menos resistirlas lo más parecido al diente natural.
Parte de cualquier tratamiento va encaminado en solucionar o disminuir la causa que lo genera, entonces, cuando descubrimos el origen debemos trabajar directamente para eliminarlo y de este modo proteger a futuro cualquier tratamiento.
Si vamos directamente a la pregunta, ¿las carillas de resina en dientes desgastados son una solución viable?, si, son una solución viable siempre y cuando se atienda primero la causa que llevó al diente a estar desgastado. Es decir, si el desgaste fue causado por una erosión ácida, debemos hacer consciente al paciente que debe evitar consumir los ácidos o dejar el hábito problema.
Las carillas de resina son una buena solución para muchos problemas estéticos, de sensibilidad y restauradores, sin embargo, todo va acompañado de un protocolo de mantenimiento adecuado.
Una alternativa a las carillas de resina son las carillas de otros materiales como el disilicato de litio (Cerámica), las carillas de porcelana (cerámica) y las carillas de óxido de zirconia.
Cada material presentando características únicas, que hay que tener en cuenta para prescribirlas, y como dije al inicio, dependerán del diagnóstico inicial.
¿tu qué opinas?